Increíble fue el revuelo que se montó el día que se anunció que Whatsapp compartiría tus datos con Facebook.
Cientos de miles de usuarios mostraban su disconformidad de multitud de maneras, desde desinstalando la aplicación a publicar quejas en las redes sociales.
Está muy claro que la intención única y primera de Facebook en la adquisición de WhatsApp es la compra de los datos de la enorme cantidad de usuarios que posee.
La agresiva campaña de extracción de datos de sus clientes por parte de Facebook no ha pasado desapercibida para nadie y no solo los usuarios han puesto el grito en el cielo, sino que algunos países lo han prohibido en su territorio.
La gigante de las redes sociales americana, ha decidido dar marcha atrás de momento y parar dicha campaña. No cabe duda que únicamente es una pausa hasta que encuentre cualquier otra forma de obtener nuestros datos de forma más silenciosa.
Los datos se han convertido en el bien más valioso de la era moderna, y parece que las empresas que los explotan tratan de arrebatárnoslo por todos los medios.
Cosas buenas y malas, no solo en WhatsApp
La controversia y vacío legal existente en cuanto a la recopilación masiva de datos propicia situaciones tensas. El conocido BigData tiene grandes beneficios para personalizar los contenidos de un usuario en base a sus gustos, pero conlleva un dilema moral en cuanto a la ética de la privacidad del mismo en este proceso.
No hay duda que cuando somos conscientes de este problema, sentimos una agresión directa hacia nuestros derechos, y no es para menos ya que la información que manejan llega a rincones insospechados que incluso reservamos para nosotros mismos.
Habrá que esperar para conocer el enésimo intento de los de Zuck para obtener todos nuestros datos sin que nos demos cuenta y sin causar el enfurecimiento de sus usuarios al conocer las políticas que manejan para el efecto. De momento, el tema está pausado y dejarán pasar un tiempo hasta que las aguas se calmen.
