Si algo tuvo Samsung el pasado 2016 fue una sensación diametralmente opuesta si dividimos el año en sus dos semestres.

Por un lado el S7 se convirtió en el mejor Samsung jamás diseñado, y creo que es dificil discutir esta afirmación leyendo sus pruebas y fijándonos en sus características y buenas ventas.

El lado opuesto vino marcado con el Note 7, un dispositivo que llegó para terminar de redondear un año pletórico para los asiáticos, pero el resultado fue muy distinto.

Samsung Galaxy Note 7
Samsung Galaxy Note 7

Samsung quiere dar a 2017 un significado especial en el que demostrar que se siente dolida por su fracaso más grave con el último Note de la familia, presentando terminales más pulidos que nunca y con buenas capacidades.

Los coreanos se han marcado unas metas bastante claras según rumores recientes, quieren vender mucho y quitarse el San Benito de 2016.

Sus objetivos serían 100 millones de Galaxy J, 20 millones de Galaxy A y 60 millones del nuevo Galaxy S8, a falta de contar con las futuras ventas del hipotético Note 8, nada menos.

Sin duda son metas muy ambiciosas, para ser concesivos, pero alcanzables realmente.

Samsung quiere mejorar, ¿sabe realmente cómo?

¿Qué planes tendría Samsung para alcanzar dichos objetivos? Desde aquí vamos a sugerirle algunos:

  • Un servicio postventa de calidad. Y es que una de las mayores quejas de los usuarios es el trato del servicio técnico y las políticas de la empresa, sin duda en comparación con su principal competidor, Apple.
  • Smartphones de calidad. Y no solo en las gamas altas, sino también en el resto de familias, tal y como ha ido extrapolando de la familia S a la A, cuya calidad y funcionamiento han resultado unos gama media excelentes.
  • Precios razonables. Desde el inicio por favor, ya que muchos usuarios descartan por completo un terminal cuando alcanza un precio desorbitado como pueden ser los 479€ que cuesta un Galaxy A5, y que se convierte en una excelente opción cuando amediados de verano se sitúa por debajo de los 300€.
  • Actualizaciones. Este punto es exigible pero con matices. Las actualizaciones se han convertido en un aspecto que a algunos usuarios produce ansiedad. Un smartphone no queda obsoleto por dejar de recibirlas, pero la sensación de abandono y antigüedad que produce en sus propietarios sí causa un malestar importante.

Seguro que podríamos apuntar muchos más, pero para iniciar una senda tranquila y exitosa, solo con cumplir estos estaría el éxito garantizado.

¿Qué le exigiríais vosotros a Samsung este nuevo año?